Interminable inevitable

miércoles, noviembre 30, 2005

Indeseable vacuidad

nunca te veo
nunca me ves
que siento? no lo se?
es un anhelo? no siento
es un temor? no siento
son lágrimas de dolor? siento y no siento
no me dejás saber de vos...
no me dejás saber quien sos...
no me dejás ser parte de vos...
me siento a la deriva...
siento un vacío, siento un frío
siento temor...
me siento sola en esta vacuidad...
me siento sola, y no puedo esperar...
no sé que esperar, nada va a cambiar...
ya no sé que riendas tomar...
pañuelos, almohadones...

sentimientos tardíos...
se transformarán en inexistentes...
en perdidas...

acumulo perdidas...
ya el saldo de mi capital es negativo...
nunca va a aumentar...
no hay posibilidad...
lamentablemente lucho en vano por felicidad...
pero lamentablemente seguiré peleando por salir de mi infelicidad...

*******************************************************
Aclaración: hago escritos sobre lo que siento, o invento sentir, no siempre dedico mis escritos a entes particulares, no siempre, no siempre. A veces siento que soy bipolar, pero soy una exagerada, por suerte no necesito litio, llevo la expresión a extremos, para poder dar a entender mejor mis sensaciones o puntos de vista.

viernes, noviembre 04, 2005

Recuerdos del miedo a la búsqueda personal...

Durante toda mi adolescencia, comprendiendo solo desde mis 12 hasta mis 17 o 18 años, intenté luchar por la identificación, por la adaptación, por ser comprendida (en mi delirio inestable de incomprensión absoluta del mundo hacía mis problemas insignificantes).
Todos me costaron demasiado.
Nunca pude establecer esa especie de ósmosis que todos los amiguitos descerebrados hacen cuando están atravesando esta etapa tan crítica (que hubiera ayudado a que este proceso fuera menos doloroso de lo que fue en mi caso). Es mas, cada vez que alguien se me acercaba tanto, yo lo alejaba. Ahora creo que solamente tenía mucho miedo. Siempre fui demasiado tímida. Tal vez mi hermana tuvo mucha razón cuando me llamaba SOCIÓPATA (nunca nos peleamos, agrediéndonos con palabras normales e insultos vulgares).

A los 12, o tal vez un poco antes, mis oídos empezaron a captar otras antenas, otras visiones, otros mundos. Creo que a esta edad tuve una especie de click, o cambio. En apariencia normal, pero a veces con pantalones de corderoy tipo militares con bolsillos a los costados. Recuerdo que me llamaron "hardcore cheta". Reconozcoque tal vez lo era, cuidaba demasiado mi imagen. Música: me habían regalado el homónimo de blur.

Próximo año. Edad: 13. Dolorosos. Me cambian de colegio. El odio a mis padres fue preponderante en mi vida y el miedo a la humanidad me consumió totalmente. Días de lluvias sentimentales, me gustaría llamarlos. Amigos siempre perdidos. No llegué a consolidar una sola persona de confianza en los primeros 6 meses de colegio. ¿Mi personalidad fue la culpable? Muy posible. En los últimos meses, ya formaba parte de un "grupito". Estética: nula, una señorita mas. Personalidad: pasable.

Próximo año: Noveno. 14. Las influencias dark empiezan a condenar la "belleza" de mi cuerpo. Liderando un grupejo escolar que repetía las mismas condiciones. Patético, solo eso puedo decir. La animosidad de las personas al verme, era mas denigrante que cualquier palabra. ¿Que necesidad tenía de hacer eso? Ninguna. Reitero mi creencia de poseer una tendencia a espantar a la gente. Lluvias de tachas, collares, pulseras, y muchas telas negras. Música: descubriendo Orgy, Incubus, Rammstein y demás. Mi primer novio, 4 o 5 años mayor que yo. Prefiero no recordarlo. Fue pura experimentación. Desastrosa evolución. 7 meses de puro horror. ¿Que hacía con él? Perder el tiempo. Afortunadamente no me arrepiento de haber perdido tiempo con él. Creo que me ayudó la experiencia de ser tan lastimada por él. Pero pasó mucho hasta que aprendí una buena lección.

15: Seguía dark. Seguía con mis subordinadas. Pero no sabía lo que me esperaba. Sorpresivamente ellas se sublevarían a mi poder. Nunca me afectó, en realidad. Soy conciente de mi falta de liderazgo. Lo que me afectó, y ocasionó muchos ríos, fue la soledad, la pérdida. Solo pude refugiarme en las interminables hojas del fantásticos Señor de los Anillos. Escapando. Idealizando. Creando el perfil de mi príncipe azul que me sacaría de la soledad (todas fantasías de una niña, lamentablemente). El mundo para mí no existía. Solo eramos mis libros y mi príncipe inexistente. (Supongo que en esta etapa se me ocurrió que sería interesante estudiar LETRAS). Música: lo brit colmaba mi vida, y yo era feliz. Días de chat, y pura banalidad. Los días gloriosos de #blur.

Uno mas: 16, ya. Nueva gente, nuevas pseudo amistades. Sin problemas aparentes. Miles de relaciones de dos semanas. Mi príncipe escapandome, escondiense detrás de mil caretas (y lo peor es que nunca lo encontraría, pero en ese entonces todavía no lo sabía y por eso lo seguía buscando). Estética: lo dark había quedado en un pasado demasiado lejano. Interactuaba entre lo retro y lo hippie. Ser elegida la mejor vestida y la mas original de mi curso fue un hito histórico. Nunca lo olvidaré. Comencé con mi paranoia constante, que hacía varios años venía gestandose, pero yo no la dejaba salir; causado por años de rechazo y pruebas estéticas inertes y vacías. Varias veces me preguntaban si yo no iba a un psicólogo. Todavía no comprendo porque todos creían que yo estaba loca. Gracias a ellos me surgió un trauma de creerme rara. Desearía ser mas cínica de lo que muchos creen que ya soy. Y empecé a desarrollar una agresividad y arrogancia hacia a todo aquel que osaba atacarme. Descubrí que en la secundaria hay que caminar demasiado a la defensiva (lamentablemente no paré de hacerlo nunca). Creo que varios de mis compañeros empezaron a tenerme hasta un poco de miedo. Además que mi grupejín nuevo era el de las locas-malas del curso. Música: descubriendo el under argentino. Todavía lloro por Suarez (Rosario no es lo mismo).

Y por último. Mis 17. Intentaba ser lo que nunca creí que pensaría ser. NORMAL. Me reía de los que intentaban vestirse raro, porque yo ya había dejado de hacerlo hacía mucho tiempo, y no le encontraba sentido, salvo la de una autodiscriminación. Me reía de los que se vestían todos iguales, por obvias razones. Y yo simplemente me compraba jeans y remeritas de colores. Fue un año feliz. Dije mi primer y hasta hace 5 meses único "te amo". Por suerte, no tuve éxito. Terapia. Bariloche. Mis días de locura extrema, que ahora veo tan lejanos. Música: un carrousel de estilos.

********************
Por suerte hoy todo es paz e impaz. Nada es locura, nada esbanalidad. Solamente los días pasan y todo siempre es una vida normal. La irregularidad no camina por acá. Y me encandilo entre besos interminablemente inevitables, amor.
********************