Interminable inevitable

martes, julio 10, 2012

Carnaval

Pareciera que el momento en el que una empieza a creer lo que los hombres le dicen, es el momento en el que empiezan a mentir. ¿Será que perciben el nivel de confianza que una ha desarrollado por sus personas y es en ese preciso instante en que pueden dar vuelta la situación y sacar todo el provecho posible? Me repito constantemente "no son monstruos", como si fuea un mantra, sé que no lo son, tal vez yo los convierto en eso y los que no son monstruos, los ignoro, porque si no lo son no hay impacto emocional alguno que puedan generarme. Noches de monstruosidad, mensajes monstruosos, charlas llenas de seres grotestos que no conocemos. Todo un carnaval, una fiesta, un desfile de deformidades que se suceden en el tiempo que compartimos, porque sin esos picos, sin esas situaciones extremas, todo lo que pase para mí sería demasiado nimio. El ser extremista de los extremos, que se siente en las extremidades, en todo el cuerpo. ¿QUÉ ES LO QUE ACONTECE ANTE EL ENCUENTRO CON UN MONSTRUO? Una tal vez se percata de lo que puede ser este ser nuevo que está conociendo, pero transcurre un tiempo hasta que se cerciora de que cumple con todas las características que lo determinan como tal y es allí cuando comienza el dilema shakesperiano, el intento fallido, porque desde un comienzo ya se tiene conciencia de que por mas que se intente se va a fallar en domar a la fiera. Es esta fiera, este monstruo, que elige compartir algo con nosotras y que debemos aceptarlo bajo sus propios términos, sería un gran error intentar imponerle los nuestros, ya que como tal, en caracter de monstruo o fiera, se vale por sus propios valores, y un aparato moral, que simplemente nos toca aceptar pasivamente. La elección de un hombre-monstruo conlleva ciertas consecuencias que nos toca aceptar o como último recurso acudir a un hombre-no-monstruo para poder conseguir una relación mas horizontal.