Interminable inevitable

miércoles, noviembre 29, 2006

Einstein is so right

lunes, noviembre 06, 2006

Una vez mas, con sentimientos fuertes


Una serie de dudas me perturba, nuevamente no se que hacer, y el camino a seguir es tan claro que me confunde.
Veo como se consume, veo el fin, pero no lo alcanzo. Tampoco sé si quiero, es demasiado fácil lograr el fin, pero es aún más emocionante lograrlo después de atravesar esta sádica vida humana. Vivimos, apreciamos y glorificamos el dolor, es lo único que nos hace sentir vivos, sin él la vida es un pesar de felicidad. Penas, atrocidades y lujuria, la vida puede ser así de hedonista y lo es.
Vivimos y disfrutamos del dolor, nunca se va a ir y no queremos que se vaya. Nos gusta sufrir y llorar, nos hace sentir vivos. La mano que escribe sufrió... cortes, traumatismos y atrocidades peores y similares. Y aún así disfruta de algo tan simple y hermoso como lo es escribir estas tristes palabras que dicen demasiadas verdades y mentiras y a la vez no sabe nada. Falta todo. Falta demasiado. Quiere vivir y escribir y no sabe como. Sufre y se regocija en ese sufrimiento porque la hace feliz. Siente y hace sentir, su felicidad es el dolor ajeno pero eso no importa. No puede velar por la felicidad ajena. No sabe como y no puede... pero es feliz y a la vez no. Quiere saber lo que sabe que nunca va a saber y sufre la pérdida de conocimiento. Sabe y escucha pero no lo quiere hacer, son actividades típicas de transeúntes que siguen su camino sin prestar atención a lo que pasa a su alrededor. Besos y abrazos.
Quiere amar y no sabe hacerlo. Se abriga en su cama y llora sin saber porque. Por los sentimientos que acallan su alma, por la vida que debe pero no quiere vivir, aunque tengamos opción del fin, no es así.
Todos fuimos condenados a atravesar por el día y la noche, por el sol, por el pasto, por la música, el ruido y el silencio que no comprendemos. Y así va a ser siempre. No existe el silencio, pues hay sonidos inaudibles, que no queremos escuchar.
¿Qué pasa cuando ya pasó todo y no pasó nada?
¿Qué pasa cuando la vida deja de sorprendernos o cuando estamos en constante estado de alerta? Simplemente somos una bolsa de carne que vaga por el mundo, disconformes.
¿Qué hacer cuando ocurre esto? ¿Qué hacemos? Simplemente aceptar la banalidad de la rutina como una emoción diaria de sucesos no novedosos.
¿Qué hacer cuando vemos el fin? ¿Prender otro? ¿Aceptar la pérdida? Buscar algo nuevo, caminar, pensar, meditar, balbucear, comprender lo incomprensible. Caminar y pensar, buscar la verdad que nunca va a aparecer pero que no nos cansamos de buscar.
¿Dónde está? No está, es un delirio mentiroso de una realidad inexistente.
Todo se reduce a un mero hedonismo y a la negación de estar viviéndolo por miedo a admitir el placer sin la razón y los sentimientos y sensaciones sin verdad ni sentido.