Interminable inevitable

lunes, marzo 21, 2005

Olvidar es imposible. Recordar, doloroso. (En la lucha por tratar de impedir la idealización)

Si no estás nunca, nunca estás...
¿estarás alguna vez? ¿Existirás en realidad?
Que increíble sería que solo fueras una fantástica ilusión mía.
Siento que solamente sos un nombre... NO UN HOMBRE...
Siento que me mirás... y también te vuelvo a mirar...
Pero... ¿¿¿¿DÓNDE ESTÁS????
Me llamás... y....... ¡¡¡AHÍ ESTÁS!!!
Te llamo.... y de repente dejás de existir...
Mi poca tolerancia (alias ANSIEDAD) hace que me cuestione el grado de interés que siento por vos.
Y mi respuesta es demasiado evidente: mi tolerancia es directamente proporcional a la cantidad de palabras que te dedico en este escrito, es decir, TODAS.
No puedo dejar de pensar en ésto, me mirás, me sonreís.
Mi piel se transforma en la de una serpiente, con un escalofrío que siento por algo desconocido.
¿PORQUE? Porque sos lo que no siento sentir y me duele porque lo siento.

No me tocás, NUNCA.
Mas evidencias de que no existís. Tu tacto lo desconozco, vos lo evitás.
¿Que miedo tendrás?
Quiero quererte, quiero abrazarte, y mucho quiero que vos también a mí me quieras.

Pero otra persona es a quien quieres.
Así que solo debo comenzar a olvidar todas las fantasías que creé.
Nunca pasó nada, ahora simplemente empiezo a OLVIDAR.