Interminable inevitable

lunes, diciembre 19, 2005

Verdad-Mentira

Tengo tanta verdad, y nunca rozo la mentira.
Realmente desconozco que es la mentira. La uso, la siento, me protege. Pero la desconozco.
Mentir es inútil. Verdad.
Mentir. ¿Que finalidad alcanza?
Negarse. Negación. Retracción.
Volver. Inhibición. Involución.
No tiene sentido, ¿que sentido tiene?
No tiene fin, no tiene comienzo.
El comienzo es una mentira misma.
Mentira que te miento. Porque quiero hablarte de mí, quiero que me conozcas.
¿Como lograré hacerlo si no sabés quien soy? Si te miento, no me conocés.
¿No me mentís? ¿Como podré saberlo? No me interesa, prefiero tragar tus mentiras como un delicioso elixir mezcla de miel y néctar, proveído por tus hermosos dedos, interminables.
Ellos saben tu verdad. Ellos saben donde estas.
Imposible resistirlos, imposible resistirte.
Desearte es lo único que puedo.
Protegerte es mi único deseo.
Abrigarte es lo único que intento.
Asfixiarte hasta matarte, no es una decisión, no es un deseo, es un temor.
Mentirte sería eso. Mentirte sería asfixiarte. Mentirte sería esclavizarte.
Te odio, porque no podés ser lo que quiero. Porque no puedo mentirte.
Te amo, porque sos la verdad mas hermosa que nunca ví. Y nunca la voy a ver.
La perfección descansa demasiado lejos de cualquiera de nosotros que toca el piso.
La perfección no existe. Solamente deseamos alcanzarla, por plantearnos un inútil fin a nuestras vidas.
La perfección deshace los objetivos naturales de nuestros seres.
No existe. No existís.
Sos un sueño demasiado hermoso.
Pero siempre voy a despertar, con tu recuerdo tan fabuloso, tan presente, tan atrayente, tan deseado por mí.
Interminables son mis deseos, inevitable es tu recuerdo.