Interminable inevitable

martes, noviembre 02, 2004

Tu luz, mi luz

El sol no brilla.
Salió el sol.
No puedo dejar de mirarlo.
Sus rayos “ultravioletamente” amarillos me penetran.
No puedo dejar de mirarlo.
No puedo apartar mi mirada.
No puedo cerrar los ojos.
Te beso.
Me queman los ojos, no puedo cerrarlos.
La claridad es tan intensa, solo distingo un color.
Me vuelvo ciega.
No puedo ver.
No puedo verte.
No siento nada.
Abro los ojos, ahí estás.
Siempre estuviste ahí.
Veo el sol en tus ojos.
No puedo dejar de verlos.
Te veo, te veo, y no puedo dejar de hacerlo...